viernes, 29 de mayo de 2009

Es amarga la verdad





Pues amarga la verdad,
quiero echarla de la boca,
y si al alma su hiel toca,
esconderla es necedad,
sépase, pues libertad
ha engendrado en mi pereza,
la pobreza.

¿Quién hace al ciego galán
y prudente al sin consejo?,
¿quién al avariento viejo
le sirve de río Jordán?,
¿quién hace de piedras pan,
sin ser el dios verdadero?,
el dinero.

¿Quién con su fiereza espanta
el cetro y corona al rey?,
¿quién, careciendo de ley,
merece nombre de santa?,
¿quién con la humildad levanta
a los cielos la cabeza?,
la pobreza.

¿Quién los jueces con pasión,
sin ser ungüento, hace humanos?
pues untándole las manos
les ablanda el corazón,
¿quién gasta su opilación
con oro y no con acero?
el dinero.

¿Quién procura que se aleje
del suelo la gloria vana?,
¿quién siendo tan cristiana,
tiene la cara de hereje?,
¿quién hace que al hombre aqueje
el desprecio y la tristeza?
la pobreza.

Francisco de Quevedo.

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